Este mes, y a pesar de Nurgle, los astilleros han trabajado a tope.
Y es que ha sido un mes totalmente dedicado a la guerra marítima, tanto en el siglo XIX con la flota española para el Black Seas, como en el XX con la flota estadounidense para el Victory at Sea.
En septiembre Warlord Games sacó un nuevo juego, el Victory at Sea, juego de batallas navales a gran escala en la segunda guerra mundial. Llevaba tiempo esperando un juego de este estilo, de hecho me sorprende que Battlefront no haya sacado algo así hace tiempo, cuando estaba en plena expansión y buscando nuevos periodos, ya que la posibilidad de combinarlo a través de campañas anfibias con el Fames of War es enorme, pero los caminos de Battlefront son inescrutables y es bien sabida su aversión a tocar el frente del Pacífico, donde mejor se podría dar esa combinación de juegos. Al final Warlord Games no tiene tantas objeciones y te anima a combinarlo con sus otros juegos de la segunda guerra mundial, chapeau por ellos.
Como el juego es relativamente barato y estoy llevando muy bien los objetivos que me propuse pintar para este año, decidí ir a lo grande, (para variar), y me compré el starter, la caja de la flota estadounidense y el USS Idaho, es decir, todo lo que se podía comprar de la marina estadounidense. Igual lo más lógico sería que me hubiera hecho con la marina británica, por ser el ejército que tengo en el Flames of War, pero a parte de la campaña en Noruega, la superioridad británica sobre los alemanes fue absoluta, sobre todo a raíz del hundimiento del Bismark. La campaña del Pacífico entre Estados Unidos y Japón fue mucho más pareja, larga y wargameable; además llevo tiempo escuchando la magnífica serie de podcast que han hecho los chicos de Casus Belli sobre dicha campaña y que metería el gusanillo en el cuerpo a cualquiera.
Sobre las miniaturas en sí decir que son escala 1/1800, con un nivel de detalla aceptable para dicha escala. La peana y cuerpo principal de los barcos es de resina, (conviene lavarla antes de ponerse a pintar), rígida pero sin ser quebradiza, no encontré ninguna burbuja ni defecto apreciable. Las antenas y cañones son de metal. El mayor pero lo pondría a loa aviones, y es que son cutres de cojones; si, sé que no se pueden hacer milagros a esta escala y tampoco es que tenga alguna idea para mejorarlos, pero aún así no puedo evitar que me parezcan una cutrez.
Estos son los barcos del Starter, 6 destructores clase Fletcher y 2 cruceros, El Indianapolis y el Northampton. Faltaría el USS Chicago, que los de Warlord no lo metieron en la caja y estoy esperando a que me lo manden.
Aquí los barcos que vienen en la caja de la flota estadounidense, 3 destructores clase Clemson; 3 cruceros el Chester, el Portland y el Houston; el acorazado New Mexico y el portaaviones Essex con tres flotillas de Corsairs. Tendría que tener 4 peanas de Corsairs, pero de nuevo la gente de Warlord me jugó una mala pasada y me metieron sólo 3.
Y una vez terminada la flota americana, volví a meterme con la caja de la flota española para el Black Seas.
Pinté las 3 fragatas y los 6 bergantines.
Las fragatas venían con castillo de popa genérico o con nombre, por supuesto decidí ponerles el castillo con nombre que eran el Diana, Ceres y Ninfa.
Y esto es todo, gran cantidad de miniaturas, pero la verdad es que son muy rápidas de pintar; los barcos del Victory at seas tardaba minutos en pintarlos. Tardé más del doble en poner cuerdas y velas que en pintar todos los barcos. Odio, odio, ODIO el modelismo naval.
Un abrazo.
