En el último post de Saga dije que los sarracenos, (que cuando empecé en esto me parecía la menos interesante de las 3 bandas musulmanas); me parecía una banda con muchas posibilidades y muy interesante de jugar. Así que cuando tuve posibilidad de volver a jugar decidí volver a hacerlo con sarracenos y además, salvo que la misión fuera claramente desfavorable, volver a usar la misma lista; que sí, que en la última partida perdí con ella, pero como dije en las conclusiones me había dado muy buenas vibraciones.
Jugué de nuevo contra mi oponente habitual que lleva Milites Christi a 6 puntos. La misión fue seleccionada al azar y salió Campeón de Dios.
Despliegue inicial. Despliegue hospitalario de izquierda a derecha. Unidad de 4 guardias; unidad de 8 guardias; señor; unidad de 8 guerreros; unidad de 8 guerreros; unidad de 8 ballesteros.
Despliegue sarraceno de izquierda a derecha. Unidad de 6 guardias a caballo con arco; unidad de 6 guerreros a caballo; señor; unidad de 6 guardias a caballo; unidad de 10 guerreros a caballo con arco; unidad de 8 guerreros a pie.
Empiezo jugando yo.
Me mantengo a la expectativa, muevo a los guerreros a caballo con arco, lo suficientemente cerca del flanco para atacarlo al turno siguiente pero sin dejar de apoyar al centro. El resto de los dados los dejo en reacción con habilidades como el ardid del sarraceno.
En su turno el hospitalario lo primero que hace es subirse la piedad, después mueve a los ballesteros.
Y los vuelve a activar para disparar a los guerreros a caballo con arco, exploto su fatiga para subirme la armadura, aún así 3 de ellos van a comprobar si lo de las vírgenes es verdad.
En mi turno tengo al grueso de mis tropas a la expectativa a la espera de que mi adversario mueva ficha, mientras me encargo del flanco derecho. Uso la ira de los fieles para sacar a los guerreros a pie del palmeral y trabar en combate a los arqueros a caballo con los ballesteros. Para apoyar el combate uso , la maldición del profeta, reserva de combate y arcos y escudos; el usa armadura de fe para ganarse 4 dados de defensa extras.
El resultado es que nadie hace bajas en cuerpo a cuerpo.
El hospitalario usa esta es mi sangre para cargar con los guerreros a pie del flanco derecho a los arqueros a caballo y con la unidad de 8 guardias a mis 6 guerreros a caballo del centro.
Los hospitalarios consiguen eliminar a 2 sarracenos perdiendo 1 guerrero.
Como era previsible los guardias cristianos consiguen aniquilar a la unidad de guerreros, pero estos venden cara su vida y consiguen llevarse a 3 guardias consigo, después del combate se les une su señor.
Y juntitos cargan contra mi señor y los guardias que le acompañan.Usan ¡Por el libro! para beneficiarse de su propia fatiga y armadura de fe.
Mis guardias ganan el combate, (causando 2 bajas y recibiendo 1); pero su señor consigue derrotar al mío, infligiendo una herida que sufre uno de los guardias.
Turno clave en el que decide todo. Los guardias a caballo disparan a sus guardias, usan disparos perforantes, la maldición del profeta y arcos y escudos, consiguiendo aniquilarlos a disparos.
Mi señor y la unidad de 3 guardias cargan contra el señor rival y consiguen acabar con él.
En el flanco derecho mis guerreros a pie cargan contra sus guerreros y los guerreros a caballo cargas contra sus viejos amigos los ballesteros.
Los guerreros a pie hospitalarios mandan a 2 guerreros a saludar a Alá y sufren una baja. Los ballesteros logran acabar en el cuerpo a cuerpo con los guerrero arqueros a caballo.
Muy mermado el hospitalario activa a sus ballesteros, (que han sido una autentica roca durante la partida), pero no consigue causar ninguna baja.
Los guardias con arco van a distancia de mando del señor y juntos asaltan a los guerreros a pie hospitalarios. Potencio el asalto con la maldición del profeta y él potencia su defensa con armadura de fe.
Y su fe es muy grande y el poeta maldice poco, (ni un solo resultado usable en toda la partida); cada bando sufre 3 bajas, se retiran los sarracenos por ser los atacantes.
Los ballesteros intentan llevarse por delante algún guardia, curiosamente, aunque resultan ser una autentica roca en cuerpo a cuerpo, en disparo no consiguen nada.
El señor, esta vez acompañado de los guardias especializados en cuerpo a cuerpo, cargan a los guerreros a pie de los hospitalarios; consiguen mandarlos a todos al infierno sufriendo una baja.
Los guardias con arco disparan a los guerreros a pie causando 3 bajas. El señor y su guardia cargan contra los ballesteros, esta vez no logran aguantar y son aniquilados causando una herida.
Y con esto termina la partida con victoria para los sarracenos, que consiguieron 21 puntos por 17 de los milites Christi.
Dije que esta lista me traía buenas vibraciones y esta vez me respondió. A pesar de los fallos que cometí, como meter a los guerreros arqueros a caballo, (esos ballesteros a alcance de caballo me parecieron muy jugosos), al combate, en lugar de dejarlos para apoyar a los guerreros a pie que eran quienes tenían que haberse metido en la melé; y de tener algo de mala suerte, no me salió un solo resultado útil en la maldición del profeta, al final gracias a la coordinación entre unidades el efecto de la suerte se minimiza y pude conseguir la victoria. Gracias a eso, contra una banda como los milites Christi que se ríen de la fatiga y pueden activar varias veces en el turno a una unidad martillo sin riesgo a quedarse exhausto; pude, primero mermar su unidad martillo, segundo eliminarla dejando aislado a su señor y por último eliminar al propio señor; lo que me dio gran cantidad de puntos y mermó totalmente su capacidad ofensiva.
Me queda, eso sí, la sensación de que los sarracenos necesitan tomarse las cosas con calma para ganar; que al contrario que al contrario que los cruzados, los milites Christi o los mutatawwi'a, no son una banda que lo pasen bien en escenarios donde haya que conseguir la victoria lo antes posible, puesto que no creo que tirarse al cuello del rival sea lo suyo. Los seguiré probando, de todas formas, porque tienen una gran variedad de opciones y equipamiento.