Esta es la primera entrada que hago en el blog en la que comento mi participación en un torneo, ¿Por qué? Pues porque nunca había participado en uno desde que empecé el blog, de hecho llevaba unos 10 años sin participar en un torneo.
Los torneos son un tipo de ecosistema muy particular dentro de los wargames. En un principio parecen una buena idea, juntarse un grupo de personas para echar varias partidas entre ellas a lo largo de un día, el problema viene en que, mientras en partidas sueltas eliges con quien vas a jugar, en los torneos no lo puedes elegir. Esta es una afición donde pululan cierto tipo de personas cuya ausencia de metas en la vida o baja autoestima les lleva a sentirse realizados únicamente cuando machacan a su adversario en el tablero de juego. Esto les lleva a ser malencarados, tramposos y rabietudos, actitudes que empeoran aún más si, además, van perdiendo la partida.
Estas actitudes en los torneos son todavía peores, puesto que la competitividad del ambiente, los premios y demostrar "que son alguien en la vida" hacen que estos defectos crezcan cual tumores fuera de control.
Si además, se juntan varias de estas personas, formando un núcleo duro que va sistemáticamente a todos los torneos que se celebran en una ciudad, pues la verdad es que no dan ganas de aparecer por uno. Y es que desde escuchar frases como "a mí, si no me dicen que tengo que chequear la estupidez de los gélidos, no la chequeo ¡Y no es trampa!", hasta ofrecer darse de hostias fuera de la tienda o lanzar las miniaturas por los aires porque la partida no va bien, hacen que los torneos y yo seamos como el agua y el aceite.
Esta es una afición que puede ser absorbente, pero no deja de ser una afición, no es necesario lograr una excelencia en ninguno de sus aspectos para poder llevar una vida plena, por lo que así como sé que no soy Giráldez, y que más que pintar mancho miniaturas, también sé que no soy Napoleón, y no me va la vida en ganar o no una partida. Esta afición es para distraerme y olvidarme de los problemas de la vida, en el momento en el que produce un agobio que no te permite disfrutar, deja de ser una afición.
Hecho este alegato he de decir que la plaga de Nurgle ha hecho que juegue tan poco en este año y medio que ande como un yonqui buscando tirar dados. Me enteré de que en una nueva tienda Ravnica Games, iban a celebrar un torneo de FoW. En un principio, con la aversión que tengo a los torneos ni me planteé ir, pero con el mono que tengo, sobre todo de FoW al que puedo jugar muy poco por falta de tiempo, y al ver que iba a ser un torneo con poca gente, pues decidí probar suerte y oxigenar un poco a mis pobres británicos.
Y decir que no me arrepiento en absoluto, fue lo que debería ser un torneo, un grupo de gente con una afición en común, con ganas de pasárselo bien y con un ambiente cordial.
En el torneo fuimos 6 personas, 3 alemanes, 1 americano, 1 soviético y servidor con británicos. Al ser 3 del eje y 3 aliados, pudimos hacer un torneo donde hubiera 2 bandos y todas las partidas fueran eje contra aliados.
El torneo era a 1500 puntos en periodo late. Llevaba tiempo sin jugar, así que quería una lista sencilla, sin demasiadas reglas especiales, pero no me apetecía ensetarme en objetivos, quería poder asaltar, así que decidí que me llevaría si o si mi pelotón de Gurkhas, y mirando el libro Road to Rome que es donde salen me decidí por una blindada neozelandesa. La lista era 2 pelotones de 3 Shermans con un firefly, pelotón de Gurkhas montados en defroked priest, otro pelotón de infantería normal, 3 carriers como unidad de recon y ya que llevo kiwis que tienen probablemente las mejores reglas de artillería del juego un pelotón de 25 pdr.
Las partidas están explicadas de forma muy esquemática, sin entrar en profundidad como los informes de batalla que suelo hacer porque los tiempos en un torneo son los que son, y no puedo andar sacando tantas fotos, además no es lo mismo acordarse de una partida que tener que acordarse de 3.
1ª Partida: Batalla campal.
La primera partida me tocó contra una lista mecanizada del The Ardennes offensive. A grandes rasgos eran 2 pelotones de infantería mecanizada, 1 pelotón de Panzer IV, 2 pelotones de artillería, uno de ellos artillería pesada, unos coches de reconocimiento y un avión. La lista tenía siempre ataca primero y punta de lanza.
Despliegue inicial, británicos a la derecha y alemanes a la izquierda. Rodeados en rojo los objetivos.
Aprovechando el movimiento de punta de lanza la infantería mecanizada se lanza a por el objetivo de mi izquierda.
Sin ningún antiaéreo salvo un par de calibres 50 la luftwaffe campa a sus anchas.
Los carriers pueden parecer ridículos comparados con otros blindados que pueblan las mesas. Pero con 2 MG por vehículo y el movimiento de reconocimiento pueden dar sorpresas desagradables en la retaguardia enemiga.
En mi flanco derecho los Panzer IV y los Sherman intercambian un cañoneo que acaba siendo favorable para los británicos.
Entre los Sherman y la artillería consiguen destruir a los semiorugas alemanes, pero la infantería se parapeta en cobertura dispuesta a asaltar a la infantería británica y ganarles el objetivo.
Pero son asaltados y eliminados por los gurkhas que estaban a cubierto en el trigal de al lado.
En el flanco opuesto los Sherman y Carriers ocupan el objetivo después de eliminar a la artillería alemana.
Victoria británica 5-2.
2ª Partida: Retirada ordenada.
Mi segundo rival llevaba una lista de infantería del Grey Wolf, por lo que me iba a tocar a mí llevar el rol de atacante. La lista era a grandes rasgos 2 pelotones de infantería, un pelotón de 3 panteras, un pelotón de 2 Hornisse que estaban en emboscada inmediata, un pelotón de 2 coches de reconocimiento, pelotón de 3 lanzacohetes y un personaje en vehículo que creo les hacía repetir el stroomtrooper.
Despliegue inicial. A la izquierda los británicos y a la derecha los alemanes. Rodeados en rojo los objetivos.
Los Hornisse hacen acto de aparición destruyendo al primer Sherman que se asomó por el pinar.
Por otra parte el recon alemán trata de destruir a los transportes de los gurkhas.
Usando el ojos y oidos, los carriers consiguen que la artillería neozelandesa empiece a castigar las posiciones alemanas, llegando a destruir a uno de los Hornisse.
Con sus transportes destruidos y la infantería rival suprimida, los gurkhas ponen pie en tierra para hacer su trabajo.
Y por segunda vez en el torneo lo hacen a la perfección, eliminando a todo equipo de infantería rival que se encuentran.
En el flanco contrario, sin embargo, la situación es mucho más apurada y los pobres Shermans aguantan como pueden.
Pero aprovechando que los Pantera se adelantan para rematar a los Sherman, los Carriers se cuelan hasta la cocina y consiguen capturar el objetivo, el vehículo alemán al ser personaje y por tanto equipo independiente no puede disputarles el objetivo.
Victoria británica 6-1.
3ª Partida: Ataque precipitado.
Mi segundo rival llevaba una lista blindada del The Ardennes offensive con las reglas siempre empieza primero y punta de lanza. Lo cual me dejaba a mí con el rol de defensor, teniendo el escenario las reglas reservas postergadas y dispersas, iba a ser duro organizar así una defensa, al menos tenía posiciones preparadas y mi rival reservas, lo cual me podía dar algo de oxígeno. La lista de mi rival era a grandes rasgos un Stug de mando, pelotón de 3 Panteras, pelotón de 2 Pumas de reconocimiento y pelotón de artillería de lanzacohetes, después en reserva tenía pelotón de 3 Stug, pelotón de infantería mecanizada y un Wirlbenwind.
Despliegue inicial. A la izquierda los alemanes y a la derecha los británicos. Rodeados en rojo los objetivos.
Entre los Panteras y los lanzacohetes, los alemanes dejan muy tocada a la artillería kiwi.
Los Sherman salen corriendo del flanco derecho cual bomberos intentando apagar un fuego. El Firefly logra destruir a uno de los Panther.
Con las prisas los Sherman dejan su lateral expuesto a los Pumas, cosa que estos aprovechan.
Mientras en el flanco izquierdo los Sherman lidian con todos los felinos del zoológico de Berlín, en el derecho aparecen las reservas alemanas. Los Stug destruyen un solitario Sherman que se había quedado en el bosque dejando paso libre a la infantería mecanizada.
La infantería alemana ocupa el objetivo. Saliendo las reservas británicas por el otro extremo del tablero, no tienen ninguna opción de disputárselo.
Victoria alemana 6-1.
Y con esta partida termina el torneo. La clasificación fue:
1- Alemania (mi último rival).
2- Estados Unidos (otro socio del Noega).
3- Imperio Británico (yo).
4- Alemania (mi primer rival).
5- Unión Soviética.
6- Alemania (mi segundo rival).
Pues con 2º y 3º puesto se puede decir que salvamos la honra del club. La verdad es que no me esperaba quedar en la mitad de arriba, las listas británicas del frente italiano tienen peor fama que las del norte de Europa, pero los kiwis/nepalís hicieron un buen trabajo. Aún así el resultado es lo de menos, como dijo mi primer rival después de nuestra partida, "pues he perdido, pero da gusto jugar así" y no puedo estar más de acuerdo; fue un torneo donde lo que importaba era divertirse y poder jugar a un gran juego que lleva un tiempo, por diversos motivos, de capa caída; el ambiente fue magnífico, sin ninguna discusión ni mal rollo.
Hablando después del torneo con el dueño de la tienda, comentamos que Asturias estaba muy dividida en diversos grupos de juego pequeños y muy endogámicos, y que era una pena, porque al final parecía que no se jugaba a nada y eso no es cierto. Me llamó la atención porque usó exactamente el mismo término que uso yo cuando comento esta situación con otros miembros del club, endogamia. No sabría explicar exactamente por qué aquí se produce esto ¿por comodidad, por no salir de una zona de comfort? ¿por malas experiencias con el "núcleo duro" de jugadores que comenté al principio? No lo sé. Lo que si sé es que la endogamia es una muerte lenta de esta afición, porque si sólo juegas con una persona, y esa persona, por las razones que sean, deja de jugar, tú también vas a dejar de jugar. De hecho una de las razones por las que empecé en el blog era abrir una ventana a lo que hacemos en el club para llamar la atención de gente con inquietudes similares y poder juntarnos más.
En fin, dejo de ponerme tan profundo y para terminar querría darle las gracias a la tienda Ravnica Games por organizar el torneo, por conseguir vestir las mesas, cosa nada fácil en Flames of War donde la escenografía es muy importante, (aunque en esto también colaboró mi segundo rival con su propia escenografía); y por no apurar en ningún momento a los jugadores para que terminasen pronto. Me gustó tanto la experiencia que, si las obligaciones laborales y familiares no lo impiden, intentaré pasarme por un torneo cada 2 ó 3 meses, ya sea de FoW o de otro juego al que le dé.
Dejo unas fotos de las partidas de los primos del otro lado del atlántico y los camaradas del frente del este, son pocas, (pero bastante tenía con estar atento a lo mío), así como de los participantes.
Un saludo.
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