sábado, 24 de junio de 2017

Partida a saga 6 puntos. Moros vs Milites Christi

Seguimos adentrándonos en este juego y escalamos un poco en dificultad subiendo el tamaño de las partidas a 6 puntos, que es el estándar de partida de torneo. De las 3 bandas que tengo elijo la de moros, por ser la que tengo más rodada, quiero además probar una lista distinta a las que suelo llevar, más basada en infantería y más defensiva; sin embargo la misión que saldría y el rol que me toca ejercer hacen que descarte este tipo de lista y me decida por una con más caballería.

Seleccionamos al azar la misión y nos salió ¡Capturado! Tocándome a mí el rol de atacante, como debo salir con el señor rival de mesa en 8 turnos descarto, como dije antes, un ejército defesivo de infantería y opto por uno de caballería más rápido.


Despliegue inicial.


Despliegue moro. En primera fila de izquierda a derecha, Unidad de 8 Guerreros a caballo, unidad de 8 guerreros a pie, Unidad de 12 levas con arco. En segunda fila Unidad de 6 guardias a caballo con señor, 2 guardias a caballo escoltando al señor cristiano capturado, unidad de 8 guerreros a caballo.


Despliegue Milites Christi. De izquierda a derecha Unidad de 8 guerrero a pie, unidad de 8 guardias a caballo, detrás de éstos unidad de 8 guerreros a pie, a su derecha unidad de 4 guardias a caballo y en la colina unidad de 8 guerreros con ballesta.



Inician la partida los cristianos, con una doble activación la unidad de 8 guardias a caballo asalta a la unidad de guerreros a caballo del flanco derecho moro.


Los cristianos consiguen 5 bajas en la unidad mora, que se retira sin haber podido hacer nada en el combate.


Con una unidad de 8 guardias desbrozando un flanco no es momento para sutilezas. La leva de arqueros les dispara, posteriomente, la unidad de moros a caballo de la retaguardia se adelanta para hostigarlos con las jabalinas, causando en total 3 bajas. Por último el señor y los 6 guardias moros se lanzan al asalto a por ellos, subiéndose lo más posible los ataques con la reserva de combate. En previsión de que el asalto pueda salir mal los 2 guardias moros se llevan al señor cristiano lejos de la zona caliente.


La unidad de guardias cristianos resulta destruida por completo en el asalto llevándose consigo a 2 guardias moros.



Después del varapalo del turno anterior, los cristianos recomponen sus líneas tratando de presionar los flancos moros.


Turno de equivocaciones moro. Confiándose en que la partida ya está medio ganada los guerreros moros a caballo cargan contra una unidad de guerreros a pie de los milites, muy confiado en poder usar la habilidad del aguijón del escorpión hasta que se da cuanta de que al llevar jabalina no se pueden aprovechar de ella, (pues menos mal que era la banda que mejor me conozco, que si llega a ser la peor...).


En el combate son eliminados 5 cristianos y 3 moros. Aprovecho el turno además para darle descanso al señor moro y la unidad de guardias que le acompaña.



Los hospitalarios ven el fallo moro y se lanzan al cuello, con una doble activación asaltan a los 2 guardias moros que escoltaban a su señor.


En el combate los moros explotan la fatiga cristiana para acabar con el mayor número de ellos y que su victoria sea pírrica, pero solo consiguen eliminar a uno siendo aniquilados. Una vez liberado el señor el objetivo de la misón cambia, (ahora el jugador moro debe aniquilar el ejército hospitalario para el turno 8), por lo que el señor cristiano y sus guardias hacen una jugada que en baloncesto se llama jugar a las cuatro esquinas; se retiran a la esquina del tablero para dificultar en lo posible que el jugado moro pueda llegar a todo su ejército.


El general moro se aplica en su misión de aniquilar al ejército rival. Con una doble activación el señor y su escolta de guardias asaltan a los ballesteros, los guerreros moros del flanco izquierdo vuelven a asaltar a los 3 guerreros supervivientes del turno anterior y la leva de arqueros dispara  a la unidad de guardas hospitalarios.


El señor y sus guardias logran diezmar a los ballesteros, quedando un único superviviente, (suficiente como para malgastar otro turno). Los arqueros no logran nada. Los guerreros moros empatan el combate, (una baja por cada lado), y son rechazados por los cristianos.



Turno tranquilo por la parte cristiana, que no tiene prisa por jugar el tiempo a su favor; se dedica a dar descanso a sus unidades, subir piedad y dejar algún dado en la reserva de combate por lo que pueda venir.

El jugador moro también concede descanso a su señor y la unidad que le acompaña; mueve la unidad de cuatro guerreros a caballo para disparar con sus jabalinas al ballestero superviviente, que sigue sobreviviendo; dispara con la leva a los guadias cristianos sin ningún resultado y carga con la unidad de guerreros a pie contra la unidad de 2 guerreros hospitalarios.


Esta vez si que el jugador moro puede usar el aguijón del escorpión, lo que viene muy bien para mermar el número de ataque que tenían los cristianos después de añadir los dados de reserva de combate. Los guerreros cristianos son destruidos sin sufrir los moros ninguna baja.



El jugador cristiano sigue con total normalidad subiendose la piedad. El jugador moro carga al ballestero con una unidad de 4 guerreros a caballo consiguiendo acabar con él. Acerca al señor y su guardia a sus homólogos cristianos. Por otra parte los arqueros disparan a la guardia hospitalaria y con una potra tremenda reciben las bendiciones de Alá consiguiendo matar a los 3.


El hospitalario que es muy pío, sigue dedicándose a aumentar su piedad y poner dados en la reserva de combate como anticipo a los combates. Los moros van quemando sus últimos cartuchos para poder ganar la partida. 


La unidad de guerreros moros a pie carga a la unidad de guerreros que les queda a los hospitalarios usando la habilidad el aguijón del escorpión. Sin embargo la explotación de la fatiga por parte cristiana, (los guerreros moros tuvieron que hacer doble activación para poder llegar), resultó mortal para ellos. Los moros pierden el combate, sufriendo 4 bajas mientras que los cristianos sólo sufren 2.


El señor moro y su guardia cargan al señor hospitalario, sin embargo, con una piedad muy alta y con varios dados en la reserva de combate, el antes cautivo cristiano rechaza el ataque matando a 2 guardias.


En el último turno se repiten los combates, el señor hospitalario consigue eliminar a su rival y el guardia que quedaba.


Los guerreros moros asaltan a los hospitalarios, siendo aniquilados causando sólo 2 bajas.

Con esto termina el 8º turno, estando libre el señor de los Milites Christi y no habiendo sido aniquilado la victoria es para él.