Así queda el mapa a la conclusión de la campaña. Al final contabilizando los puntos de victoria los alemanes obtuvieron 393 puntos por 347 que obtuvo el bando aliado. Victoria por tanto para Alemania.
Y debo decir que merecida, los primeros turno los alemanes fueron como una apisonadora y a punto estuvieron de desbordarme. De hecho, los puntos de victoria por territorios acabaron en empate, la diferencia de 46 puntos viene dada por los resultados de las batallas y, sobretodo, por el número de unidades de combate destruidas. 6 unidades de combate aliadas destruidas por 3 alemanas, (todas éstas en el último turno, lo cual me permitió maquillar un poco el resultado de la campaña).
En cuanto a las reglas de la campaña me gusta como funcionaron en general. El apoyo aéreo, (que al participar porcentualmente en un número mayor de batallas que en firestrom, bajé de prioritario a limitado), no fue desproporcionado, de echo no hizo nada reseñable en toda la campaña. Los bombardeos de alfombra creo que también estaban proporcionados, no me hicieron ganar ninguna partida y el alemán tenía como contraprestación 200 puntos en obstáculos. Tampoco resultó desproporcionado los puntos extras por apoyo de unidades adicionales, (200 por cada con un máximo de 400), ya que se dieron casos en ambos bandos de ganar en inferioridad numérica. También me gustó la variedad de listas con las que obliga a jugar una campaña, eliminando la zona de confort que supone jugar con una lista muy testeada y probada y obligándote a buscar un buen emparejamiento según el tipo de divisiones que tenga el adversario, el sistema de juego de campaña que decide quien es el atacante y quien el defensor también te obliga a ello, buscando mantener las divisiones de infantería en zonas defensivas y las blindadas en zonas donde se planea atacar. El sistema de desgaste de campaña también te obligaba a esa variedad de listas, pues hacía muy difícil a una unidad tener capacidad de combate después de combatir varios turnos.
Por la parte negativa creo que el sistema de iniciativa no funcionó. El bando que tenga el rol de atacante en campaña no se puede ver obligado a labores defensivas porque si no es imposible que haga nada. La tabla de batallas tampoco me acabó de funcionar, por una parte el escenario batalla campal estaba muy presente, (en principio la campaña iban a jugarla jugadores novatos a los que el concepto de reservas da repelús y quise que no fuera muy cuesta arriba para ellos), creo que también tendría que haberla basado más en el tipo de terreno que en el tipo de compañías participantes. Por otra parte me queda la espina de no haber podido dar la posibilidad de defender los territorios vacíos como se hace en firestrom, pero era logísticamente imposible ya que el número de batallas se disparaba y la campaña hubiera sido interminable, que era algo que quería evitar a toda costa. En fin, estas cosas entran en estudio para una posible futura campaña.
Al final y lo más importante es que tanto yo como mi adversario nos lo pasamos de maravilla, que es de lo que se trata en este tipo de cosas, en total 17 partidas en poco más de un año; sé que a un jugador de torneo que está acostumbrado a jugar ese número de partidas en un mes le parecerá ridículo, pero para nosotros fue un buen atracón.
Ahora a preparar la próxima.
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