Segunda partida a saga, como en la anterior bandas pequeñas, 4 puntos, y misión campeón de Dios para no liarnos con demasiadas reglas. Esta vez la partida es entre Moros y Milites Christi.
Despliegue inicial e inicio de las hostilidades, una unidad de guerreros y otra de guardias moros se lanzan a por guardias hospitalarios a caballo para acribillarlos a disparo.
Alá repartió suerte a los moros y los disparos resultaron de lo más efectivo.
Esta vez es Cristo quien escucha las plegarias de los hospitalarios. Después de dos activaciones consecutivas los ballesteros consiguen eliminar a una unidad de guardia mora.
El guardia hospitalario se aferra a su fe y piensa en vender cara su piel cargando a los guerreros moros.
Los mahometanos huyen aterrorizados de la furia cristiana.
Pero al grito de Alá es grande se recomponen y cargan a sus adversario acabando con él.
En el otro flanco el señor moro tantea a la élite cristiana.
Pero el señor hospitalario no está para sutilezas, carga al señor moro y su guardia con tanto ímpetu que logra rechazarlos.
El señor hospitalario carga una segunda vez, pero esta vez es el señor moro y su guardia los que ganan el combate aniquilándolos. Los guerreros moros irán a encargarse de los ballesteros cristianos.
Los moros disparan su arco compuesto después del movimiento y logran acabar con 2 ballesteros.
Una vez ha vencido al señor cristiano, el señor moro se prepara para atacar a los restos del ejército hospitalario.
El ballestero superviviente huye como alma que lleva el diablo.
El señor y los guerreros que le acompañan se lanzan a por la última unidad hospitalaria.
Los monjes guerreros aprietan los dientes y logran rechazar al señor enemigo. Final de la partida, victoria de los Moros 20-13.
Después de la segunda partida el juego sigue dándome buenas sensaciones. Es rápido y divertido. Es sencillo pero con mucha tela que cortar. Seguiremos informando.
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